Wednesday, May 31, 2006

en la muerte de Toth




Tomas el volumen y hojeas las páginas, una vez más, despacio, porque necesitas tu tiempo para comprender lo que tus ojos te dicen. Asombroso, claro. ¿Acaso dudabas?

Hacía cierto tiempo, no mucho, es verdad, que no repasabas esas imágenes. Llevabas meses en otras batallas, fatigando pupilas entre couchés de colores, poses imposibles, retorcidas muecas, gratuitos efectos digitales...hijos pobres de una era de vértigo y de, por qué no, tremenda banalidad.

Pero ahora, al volver a esas hojas tan manoseadas, la vista se desenvuelve placentera, se despereza y se aviva, entusiasmada ante tanta belleza, ante tanta revelación. Es el reencuentro con lo ineludible, con lo necesario, con lo esencial. Refinados hasta lo indecible, los trazos se nos agolpan en la retina, llenándola de certeza; se apoderan de nosotros y nos inundan con su hechizo. Son verdades como puños.

Y ahí están. Ahí han estado, siempre, para quien quisiera desentrañarlos, caminarlos, intimarlos... Así que, en fecha tan triste, tomas el lápiz y te pones a ello, mientras gestionas, acaso, la manera de apropiarte de la visión del maestro.

Y abocetas. Y tratas de encajar una pose natural, verdadera. Y te dices que hay que simplificar más, y refinar, refinar, refinar... Que hay que distribuír con equilibrio los profundos negros, las finas y elocuentes rayitas en tríos, los diminutos puntitos a modo de sutiles texturas...

Y...

Bueno, consigues lo que consigues. Toth ya no está y no se puede reproducir la magia como quien pulsa el botón de encendido.. Pero, bueno, el intento vale como expresión de afecto, de admiración sin barreras hacia el coloso abatido, hacia una manera de entender el dibujo, el de los dibujantes puros, como ya no se ve ni se entiende, por mucho que los homenajes, las tertulias, las reseñas, nos lo vayan a hacer creer.
Los recuerdos de compromiso pasarán,, pero los trazos de Toth estarán ahí, sin excusa alguna para no ser estudiados, asimilados.

Y mientras te conjuras, cavilando cómo serás capaz de mantener presente tal espíritu, piensas en otro gigante de igual altura, Víctor de la Fuente, del que hace tiempo no sabes nada, y al que deseas que no le sea necesaria ninguna fatalidad para recibir los honores que su plumilla y pincel prodigiosos se han ganado en larguísimos años de viñetas sin igual.

Gantry.

Thursday, May 25, 2006

bocetos varios




Hace poco acudí a una exposición temporal de pintura en el Museo de Bellas Artes de mi ciudad.
Allí, entre todos los demás, incluso entre varios Velázquez y algún Caravaggio, dos grandes lienzos de Ribera me dejaron boquiabierto.
Debía de sentirme tan hipnotizado por lo que veía que, sin darme cuenta, estaba traspasando esa línea imaginaria de seguridad que en los museos existe entre el espectador y la tela, de manera que una de las azafatas (esto lo comprendí después), me había estado vigilando para que en ningún momento mi rostro o mi mano osaran hacer contacto, cosa innecesaria, ya que no era tal mi intención.
Estas dos pinturas representaban a un par de santos sufrientes de la mitología católica en plena faena: uno de ellos graciosamente atravesado por una flecha juguetona(el San Sebastián), y el otro (San Bartolomé), más didáctico aún, siendo hábilmente despellejado por el voluntarioso verdugo de turno
Dejando a un lado la morbosa tendencia de los santos a dejarse martirizar (¿orígenes del sado?) y mi repugnancia y desprecio por cualquier asunto dogmático-religioso (sobre todo si viene de los católicos, que tanto daño han hecho a la humanidad [¡y siguen empeñados en ello!!!] ), era asombroso comprobar cómo estaban pintados esos cuerpos semidesnudos, nervudos y musculosos, un poco colosales, anatómicamente modélicos e iluminados de manera maestra, infalible. El fondo, el ambiente, apenas parecía tener importancia. Eran las figuras humanas, hermosas y enormes, abarcando la casi totalidad de la tela, lo que hacía imposible apartar la vista.

Todo esto para decir lo que ya sabéis todos, claro: lo necesario que es, en general, en cualquier medio visual, dibujar de forma atractiva la figura humana. Sobre todo en el cómic y en la ilustración de tinte más o menos realista, pero también en sus variantes de síntesis algo más caricaturesca.
Un buen escorzo, atractivo, proporcionado, bien plantado y resuelto con habilidad, nos proporciona mucho terreno ganado. Sentimos que por sí sólo ya es suficiente reclamo para la vista, lo ambientemos o no con un fondo. Es lo que hemos querido siempre, ¿no?: dibujar personajes.
Hoy me atrevo a mostraros tres bocetos rápidos. Tres vistas posteriores de figuras humanas, realizadas años atrás.
¿Por qué vistas de espaldas?
Bueno, considero que esta vista del cuerpo humano, con la pronunciada curvatura de la espalda, y los volúmenes de los glúteos y los gemelos proporciona amplias posibilidades para un dibujo cautivador. Sobre todo si está valorado el juego de luces y sombras, como es el caso de la pose dibujada en azul, donde la iluminación cenital ayuda, entiendo, a resaltar el volumen de los elementos que antes citaba.
En fin, al menos ese era el intento, creo que en parte logrado. Espero que a vosotros también os lo parezca!
Pues nada...Deciros que, en próximas entradas, además de colocaros mis dibujillos, quisiera ir abriendo un par de galerías para mostraros también trabajos de algunos fuera de serie, dibujantes o pintores que intuyo imprescindibles y cuya obra quizás algunos de vosotros apenas hayáis visto.

En fin, al tiempo...
Nos vemos.Gantry.

Monday, May 22, 2006

bosquejo


Cuando comienza, apenas hay contacto.
Es una caricia, un tímido escarceo que podría no trascender, que debería no hacerlo para salvaguardar la integridad física de ambos contendientes.

Pero el roce continúa, y así, mientras ambos se observan , los límites de la razón de su pequeño mundo se ven empequeñecidos por un tercer elemento, algo con voluntad propia, que escapa a su control.
Es notable el momento en que, súbitamente, sobreviene una leve vacilación , en medio de un mutismo engañoso, esperanzador.
Luego, irrevocablemente al fin, la punta sin desbastar se ve empujada a herir con fiereza la superficie, originando profundos surcos que se entrecruzan o colisionan, ignorantes de la trama que van conformando, y cuyo oculto significado no tardará, quizá, en ser revelado.
De inmediato, las heridas se ven ensombrecidas por la grisácea, desconocida sustancia, que se extiende y se disemina ya desbocada, sin rigor, destruyendo la tan sólo aparente homogeneidad de la antes nívea planicie, cuyas fibras retroceden y se abren como llagas.
Es una suerte de frenética, delirante danza la que estalla entonces, llevando a la punta, ahora ya roma, a realizar indescriptibles, salvajes movimientos, tal vez inverosímiles, en el paroxismo de una contienda que se apura, agónica, por llegar a su término.

Llegado este punto, consumado finalmente el indefendible acto, toda actividad se detiene, y mientras el ruido y la furia cesan, hay un atisbo de esperanza en que el esfuerzo derramado haya sido, siquiera, útil.

Pero aún queda algo más.

La punta es apartada de pronto a un lado, con desgana, tan férreamente poseída antes como despectivamente desechada ahora. Luego, la maltratada superficie blanquecina, portadora ahora de un mensaje, es sin embargo agarrada, retorcida, comprimida tortuosamente sobre sí misma en un brevísimo gesto pleno de decepción, para ir, después de todo, atónita y convertida en una burla de esfera, al fondo de un triste receptáculo enrejillado al que damos en llamar papelera.



Afortunadamente, el boceto que os muestro ahora no terminó también en ese lugar tan temido, pero seguramente necesario para la evolución de nuestra labor como dibujantes.
¿Debió hacerlo? Vosotros diréis.
Yo reconozco que me encanta, qué le voy a hacer. Lo encuentro suelto y desgarbado, nervioso, febril y tremendamente inconcluso, como son a veces los más atractivos bosquejos que veo por ahí.
Y, bueno, lo mismo que éste sí me gusta, hay, claro, cientos de los que he hecho que son detestables y cuyo justo lugar está sin duda en el fondo de esa papelera redimidora.
Iré, creo, poniendo aquí aquellos bocetos que crea más presentables.
Espero no equivocarme!

Pues nada.
Que nos vemos.
Sed todo lo felices que os dejen.
Gantry.

Saturday, May 20, 2006

APUNTES



Como animador, necesito construir poses y escorzos que tengan interés y sean explicativos del estado anímico del personaje. Poses, gestos, que revelen de inmediato qué es lo que estamos tratando de contar al espectador.
Aunque los modelos con los que solemos trabajar suelen ser más simples y caricaturescos, siempre buscamos la necesaria afinidad con la forma en que los humanos nos expresamos visualmente en la realidad.
Esta es la vía que hace que el espectador se pueda, quizá, identificar con las emociones del personaje.
Hace años llenaba folios con cantidad de apuntes como los que os muestro ahora, buscando esas poses y actitudes características que necesitaba para, primero dibujar, y luego animar algo mejor.
Después...bueno, no siempre trasladaba (por no intentarlo o no ser capaz) esto al papel pivotado, pero los apuntes han quedado ahí como muestra del interés y empeño en la tarea.
Y también, por qué no, algunos de ellos siguen teniendo el valor intrínseco de lo esbozado con soltura y despreocupación, el atractivo de la inmediatez , de lo momentáneo.
Hechos directamente con rotulador, sin líneas de construcción a lápiz . Así están tomados estos apuntes, de los que desde ahora amenazo con ir poniendo algunos más.

Y hablando de apuntes, Chanko, conservo (¡cómo no!) todos los que me pude quedar hechos por tu mano, aquellos preciosos (y precisos) dibujitos que, en nuestros años como vecinos de mesa de luz, ibas realizando en las pausas de trabajo. Creo que entre todos los compañeros de aquel entonces sumaremos un buen número de ellos, incluso como para hacerte una retrospectiva, oye.
Y pensar que ya entonces dibujabas así... cómo no ibas a ser ahora un fenómeno del lápiz! Para los que nos sigue resultando tortuoso y a veces extenuante realizar un bosquejo que no nos parezca indigno, es asombroso comprobar la manera en que has crecido como dibujante, la insultante facilidad y el encanto que se desprenden de cada uno de tus trazos, compañero.
Envidia sana.,sí...pero envidia al fin y al cabo!

Pues nada más.
Un saludo a todos.

Friday, May 19, 2006

CON...TACTO...


CON...TACTO...

...y sin prisas, ya que debo de ser el último en llegar al mundillo de los blogs éstos.
Y es que todo comenzó hace escasas semanas...
“Tienes que tener un blog”-me dice el maestro.
“Un bl....¡Si apenas sé cómo se escribe eso!”- le respondo.
“No importa-insiste él-. Yo te lo creo. ¡Te enseño a manejarte en dos patadas y enseguida te pones a postear dibuuuus! ¡Ya verás!”.

Así que aquí ando, tratando de arrancarlo, intentando que las enseñanzas del maestro no caigan en yermo.
El maestro, claro, no es otro que Sedyas, a quien todos conocéis por su fundamental, aglutinante foro y su propio blog, pero a quien no todos tenéis la suerte enorme de conocerlo en persona.
Si así fuera, descubriríais que, además de las mil y una cosas que este hombre sabe tan bien decir y hacer en torno a los temas que habitualmente toca, su trato personal, su afabilidad, simpatía, paciencia infinita, capacidad de trabajo, seriedad y buen humor (¡los que le conocéis ya sabéis que no exagero un pelo!!!),hacen de él una persona con mayúsculas. Como compañero de trabajo suyo (y no sólo como animadores) desde hace la tira de años, puedo decir la suerte que tienen (que tenemos) los que le conocemos en persona.
Así que va por ti, compañero, el inicio de este blog., y este primer dibu.

El dibu en sí es una portada, o lo que sería una portada para un cuento para niños.
Peter y el elefante, se llama el asunto, y es algo que no descarto hacer en un futuro. Ya sabéis: formato cuento, historia sencilla, no muchas páginas, con ilustración y texto a partes iguales.
Si el mundillo de la animación nos da un respiro, quién sabe si me pongo a ello...

Pues vale por hoy, creo...
Nos vemos.